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jueves, 6 de mayo de 2010

POR QUÉ DIRECT-MS DEFIENDE QUE LAS PERSONAS CON EM DEBERÍAN SER EXAMINADAS Y TRATADAS DE LA CCSVI TAN PRONTO COMO SEA POSIBLE (1)

Ofrecemos en este post la primera parte del artículo de Ashton Embry, Director de la organización canadiense Direct-MS, en el que defiende la disponibilidad de las pruebas y el tratamiento de la CCSVI para los pacientes de EM.

Introducción

En el momento presente, la mayor controversia en el mundo de la esclerosis múltiple (EM) es si las personas con EM deben, o no, ser examinadas y tratadas de la CCSVI tan pronto como sea posible. Se han conformado dos bandos distintos con relación a esta polémica.

La posición que defiende el no tratamiento por un largo periodo de tiempo

Los neurólogos y las Sociedades Nacionales de EM (como, por ejemplo, la Sociedad Nacional de EM de Canadá, SNEMC) han adoptado la postura de que las personas con EM no deben ser examinadas ni tratadas de la CCSVI hasta que se realicen y se publiquen los resultados de las oportunas investigaciones que demuestren la efectividad del tratamiento. Las razones que fundamentan esta posición es que no sabemos si el tratamiento será beneficioso y que puede ser potencialmente perjudicial.

Estos grupos dejan de mencionar que la investigación que ellos proponen hacer, tardará, al menos, 8 ó 10 años en completarse, y ésta es una estimación optimista dados los plazos que tardan en evaluarse los fármacos de la EM (15 años si consideramos el Campath). Además, el Dr. Mark Freedman, un neurólogo que en enero públicamente declaró que la CCSVI era una patraña, ha declarado recientemente que dicha investigación costaría alrededor de 50 millones de dólares. Nadie ha mencionado hasta el momento quién financiará tales cantidades de dinero. Lo que sí sabemos es que las compañías farmacéuticas, que financian casi todos los ensayos clínicos de la EM, no contribuirán a dicha investigación.

Conclusión: Lo que están diciendo los neurólogos y las Sociedades Nacionales de EM a las personas con EM es que esperen hasta que finalice la investigación (probablemente no menos de 10 años, posiblemente nunca) para ser examinados y tratados de la CCSVI.

La matriz de decisión que se muestra en la imagen ayuda a entender por qué defienden retrasar el tratamiento.

Como se puede ver, si el tratamiento de la CCSVI estuviese disponible con prontitud y fuese muy efectivo, los neurólogos y las Sociedades Nacionales de EM incurrirían en grandes pérdidas. Las Sociedades Nacionales verían disminuir el flujo de donaciones (la EM ya no sería una enfermedad misteriosa) y los neurólogos verían mermada su clientela (los pacientes de EM serían tratados principalmente por especialistas vasculares). Si el tratamiento fuese poco eficaz, o irrelevante, los intereses de los neurólogos y la Sociedades Nacionales no se verían afectados y continuarían en el negocio como hasta ahora. Desde el otro punto de vista, si el tratamiento se retrasase de forma significativa y/o resultase finalmente denegado los intereses de los neurólogos y de las Sociedades Nacionales no se verían afectados; independientemente de la eficacia o ineficacia del tratamiento.

Teniendo en cuenta el sencillo análisis expuesto, es fácilmente comprensible el motivo que explica la posición adoptada por los neurólogos y las Sociedades Nacionales de defender un retraso considerable en la disponibilidad del tratamiento. Cualquiera con sentido común no escogería una opción que le podría reportar perjuicios significativos cuando puede optar fácilmente por otra que, potencialmente, no le va a causar daños.

Como se demostrará a continuación, cualquier declaración que hagan los neurólogos y las Sociedades Nacionales en el sentido de que retrasar la disponibilidad del tratamiento es lo mejor para los intereses de los pacientes de EM, carece de base y es fundamentalmente falsa.


Ashton Embry. Direct-MS. Abril de 2010
http://www.direct-ms.org/CCSVI.html

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