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sábado, 24 de abril de 2010

POR QUÉ EL GOBIERNO DEBERÍA OFERTAR EL TRATAMIENTO DE LA CCSVI: PORQUE DEBE ELIMINAR A LA EM DE LA ECUACIÓN DE LA CCSVI.

Una evolución importante en mis ideas sobre la CCSVI (insuficiencia venosa cerebroespinal crónica) se produjo ayer por la noche (21 de abril) -cuando estaba sentado con mi esposa y más de 100 pacientes de esclerosis múltiple (EM), muchos en sillas de ruedas, en un auditorio abarrotado en un acto celebrado en un Centro Comunitario en Winnipeg-, al escuchar un mensaje de esperanza de un hombre.

Ese mismo día, un correo electrónico había llegado a mi oficina en el que se me invitaba a una charla organizada por la organización de pacientes de EM "CCSVI Manitoba". Al igual que otros grupos similares que están surgiendo por todo Canadá y en todo el mundo, la organización de Manitoba está formada por activistas locales de EM que no quieren esperar meses o años para ser examinados y tratados de los estrechamientos, y con frecuencia retorcimientos, de las venas del cuello o del pecho. Es una anomalía congénita que el doctor Paolo Zamboni, un cirujano vascular italiano, cree que puede estar en la raíz de su enfermedad.

El orador de la noche fue Duncan Thornton, un escritor de 47 años de edad y profesor de la Universidad de Winnipeg que, junto con su hermano, viajó recientemente a Polonia para someterse a las pruebas y al tratamiento de la obstrucción de las venas del cuello. Ellos asumieron, de su propio bolsillo, el coste de todo.

Los dos hermanos tienen EM, pero Duncan, que ha estado luchando contra una fatiga muy severa desde joven, no fue diagnosticado definitivamente hasta el año pasado después de la aparición de problemas en el habla y en el funcionamiento de la vejiga.

"Yo no sé si estoy curado. La verdad es que creo que todavía tengo esclerosis múltiple", dijo Thornton. Pero de una cosa sí que está absolutamente convencido: su calidad de vida ha mejorado enormemente. Después de la intervención -llamada por los pacientes procedimiento de liberación- llevada a cabo hace un mes, la sensación de frialdad en las extremidades y, lo que describió como "niebla del cerebro", mejoraron de inmediato. Durante el mes siguiente a la operación, su fatiga crónica desapareció y el funcionamiento de la vejiga volvió a la normalidad.

"Hace cuatro semanas, yo no habría aguantado estar una hora de pié dando esta charla. A los cinco minutos estaría suplicando por una silla para sentarme", nos dijo. Resultaba difícil no quedar impresionado con su energía recién recuperada.

Mientras hablaba, me pregunté: ¿La mejoría inmediata que experimentó en su circulación y en su falta de claridad mental fue real o simplemente un efecto placebo (Es decir, si usted cree que un tratamiento le beneficiará, lo hará)?

Pero entonces, una sorprendente analogía médica me vino a la mente.

Cuando era joven, ya médico, aprendí rápidamente los signos y los síntomas de la insuficiencia cardíaca congestiva, especialmente las extremidades frías, las dificultades respiratorias del paciente, el estancamiento de la sangre en las venas del pecho y la filtración de líquido en los pulmones impidiéndoles el suministro de oxígeno. Todo ello revierte de forma rápida y drástica a los pocos minutos mediante la administración de medicamentos apropiados que ayuden al corazón a bombear la sangre de forma más eficiente.

De forma análoga, ¿no es lógico pensar que mejorar el drenaje de la sangre interviniendo las venas del cuello contribuya a mejorar rápidamente el nivel de oxígeno en el tejido cerebral, aliviar cualquier congestión y mejorar la función de las células nerviosas, incluyendo las fibras del sistema nervioso autónomo que controlan la temperatura de la piel en las extremidades?

Independientemente de que la intervención de desbloqueo de las venas pueda ser, o no, eficaz para revertir o detener la progresión de la EM, Duncan Thornton no es el único paciente en experimentar una gran mejoría en su calidad de vida. Como está documentado recientemente en un reportaje de la cadena de televisión CTV W5, el mismo tipo de mejoría se observó en otro paciente llamado Steve Garvie y en muchos otros cuyas venas han sido ya tratadas.

¿Es extraño, entonces, que los pacientes con EM de Canadá demanden ser examinados de la CCSVI y ser tratados si sus venas se encuentran bloqueadas? ¿Quién de nosotros no pensaría lo mismo si estuviera en su situación?

Aquí está mi sugerencia: acordemos entre todos que, al mismo tiempo que los ensayos clínicos debidamente diseñados son la única manera de responder finalmente a todas las cuestiones médicas y científicas que rodean a la CCSVI y a la EM, hay también un asunto básico que afecta a la calidad de vida de los pacientes con EM que debe ser abordado con urgencia.

Si, como es cada vez más evidente, síntomas tales como la fatiga severa asociada a la EM puede ser efectivamente aliviada mediante el desbloqueo de una vena, ¿por qué no debería asumirlo y pagarlo un sistema de salud financiado con fondos públicos que tuviese un mínimo de compasión? Después de todo, millones de dólares se gastan cada día en terapias mucho menos justificables. Me viene a la mente, por ejemplo, la prescripción inadecuada de recetas de antibióticos.

Por tanto, he cambiado de parecer. Dado el retraso y los problemas de financiación que afrontan los ensayos clínicos sobre la CCSVI en Canadá, he de rectificar mi opinión, expresada en otras ocasiones, de que el diagnóstico y el tratamiento de las venas bloqueadas solo deberían tener lugar formando parte de los citados ensayos.

Al adoptar esta posición, he caído en la cuenta de que los avances en la comprensión y tratamiento del cáncer se han producido a pesar de la participación de sólo un 1% de los pacientes en los ensayos clínicos. ¿Deberíamos impedir el tratamiento del cáncer al otro 99% que no participa en los ensayos? Por supuesto que no. Entonces, ¿por qué deberían ser diferentes los pacientes de EM?

También podemos aducir un argumento que gustará a los burócratas encargados de las cuentas públicas: ¡el pago de una venoplastia que puede permitir a mucha gente recuperar una vida productiva ahorrará enormes cantidades de dólares que se gastan actualmente en el cuidado de la salud y en los servicios sociales de apoyo!

¿El resultado final? Saquemos a la EM fuera de la ecuación de la CCSVI. Que la sanidad pública se haga cargo de la OPeración de las venas bloqueadas para aliviar la fatiga y otros síntomas que arruinan la vida de personas como Duncan Thornton y Steve Garvie. Más allá de ser una cuestión de derechos humanos, es lo mejor y más correcto que se puede hacer.


Por el Dr. Lorne Brandes. The Mednews Express Blog. Publicado el 23 de abril de 2010
http://healthblog.ctv.ca/post/Why-government-should-fund-CCSVI-treatment-Taking-MS-out-of-the-equation.aspx

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