Recibí hace unos días un mensaje muy amable de un lector del blog llamado Toni. Le contesté, y al cabo de pocos días me envió otro mensaje con un texto que reproduzco debajo con su permiso. Me gustaría saber escribir para poder hacerle un introducción bonita; pero como no sé -y me da miedo caer en la cursilería o en la sensiblería facilona-, mejor me callo y le cedo a él el blog y la palabra.
Cuando se llevan más de 15 años con esta enemiga tan
peculiar y caprichosa que te va destruyendo
todas las capacidades físicas y emocionales; cuando has estado esperando día a día la noticia de que al fin han
conseguido descifrar el porqué, el cómo, el cuándo y el dónde; cuando has
buscado día a día la noticia de que alguien ha descubierto el fármaco final que
nos libere; cuando has colgado en
diferentes foros miles de noticias informando de todas las investigaciones habidas y por haber; cuando has vivido tanto tiempo confiando en los
genes, las células, las moléculas y los anticuerpos; cuando en los medios anuncian de vez en cuando
nuevos fármacos que prometen y prometen y sólo prometen; cuando cada año en los
congresos de neurología anuncian plazos y más plazos para tener la enfermedad
controlada; cuando vas al neurólogo y todo lo que puede hacer por ti es
preguntarte cómo estás y darte cita para dentro de unos meses…
Después de todos éstos cuandos, no me parece tan
descabellado pedir estudios clínicos inmediatos y tratamiento compasivo para las
personas más afectadas cuando aparece una nueva
manera de aliviar el sufrimiento con una técnica instaurada desde hace
mucho tiempo, con casi ningún riesgo ni contraindicación; cuando los doctores
que realizan estas intervenciones son médicos especializados; y cuando hemos
leído testimonios positivos de muchos pacientes que ya han sido intervenidos
después de tener que desplazarse cientos de kilómetros.
Saludos a tod@s
Toni.
LOS CUANDOS
Cuando se llevan más de 15 años con esta enemiga tan peculiar y caprichosa que te va destruyendo todas las capacidades físicas y emocionales; cuando has estado esperando día a día la noticia de que al fin han conseguido descifrar el porqué, el cómo, el cuándo y el dónde; cuando has buscado día a día la noticia de que alguien ha descubierto el fármaco final que nos libere; cuando has colgado en diferentes foros miles de noticias informando de todas las investigaciones habidas y por haber; cuando has vivido tanto tiempo confiando en los genes, las células, las moléculas y los anticuerpos; cuando en los medios anuncian de vez en cuando nuevos fármacos que prometen y prometen y sólo prometen; cuando cada año en los congresos de neurología anuncian plazos y más plazos para tener la enfermedad controlada; cuando vas al neurólogo y todo lo que puede hacer por ti es preguntarte cómo estás y darte cita para dentro de unos meses…
Después de todos éstos cuandos, no me parece tan descabellado pedir estudios clínicos inmediatos y tratamiento compasivo para las personas más afectadas cuando aparece una nueva manera de aliviar el sufrimiento con una técnica instaurada desde hace mucho tiempo, con casi ningún riesgo ni contraindicación; cuando los doctores que realizan estas intervenciones son médicos especializados; y cuando hemos leído testimonios positivos de muchos pacientes que ya han sido intervenidos después de tener que desplazarse cientos de kilómetros.
Saludos a tod@s
Toni.
cuando sean más los neurólogos, pacientes, investigadores... que dejen de lado su egoísmo y se preocupen por el bien común.
ResponderEliminarje